Ni Biden ni Trump: ¿Qué harán los votantes que no quieren a ninguno de los dos (casi seguros) candidatos?

La incertidumbre de los “double haters” en las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos

El escenario político en Estados Unidos se define cada vez más claramente: Joe Biden y Donald Trump, los contendientes más probables, se perfilan para un enfrentamiento electoral que, para muchos votantes, deja mucho que desear.

Este inusual duelo entre el presidente actual y su predecesor, ambos con altos índices de desaprobación, no es recibido con entusiasmo por la mayoría de los votantes estadounidenses. Según una encuesta de Reuters/Ipsos, el 56% cree que Trump no debería presentarse nuevamente, mientras que el 70% opina lo mismo sobre Biden.

Con un 54% y un 59% de opiniones desfavorables respectivamente, según datos de The New York Times y Siena College, tanto Trump como Biden enfrentan un panorama complicado en términos de popularidad.

La incógnita recae ahora en los llamados “double haters”, aquellos que rechazan tanto a uno como al otro candidato. ¿Qué decidirán hacer los republicanos moderados que apoyaban a Nikki Haley, la última rival de Trump en las primarias? ¿Y los demócratas que ven a Biden como demasiado mayor o critican sus políticas hacia Israel y Gaza?

La posibilidad de una tercera opción surge en este contexto, aunque las chances de que un candidato independiente llegue a la presidencia son escasas. Sin embargo, los apoyos a una tercera vía podrían ser decisivos en una contienda que, en estados clave, se puede definir por unos pocos miles de votos.

El movimiento “No Labels” (Sin Etiquetas) podría presentar un candidato, con figuras como Robert Kennedy Jr. en consideración. Pero, en un sistema político dominado por dos grandes partidos, la opción de un candidato independiente enfrenta enormes desafíos.

La situación se complica aún más con un electorado cada vez más desencantado con los partidos políticos tradicionales. Más de la mitad de los demócratas (55%) y un porcentaje aún mayor de republicanos (70%) y votantes independientes (78%) consideran que los partidos y políticos no se preocupan por la gente.

Ante este escenario, muchos votantes se sienten “asqueados” y buscan alternativas. Los independientes, que constituyen el mayor bloque político del país, cuestionan el sistema de elección de candidatos y buscan opciones que se alineen con sus convicciones políticas.

En una elección que se prevé reñida, los candidatos tendrán que esforzarse por atraer a estos votantes críticos y desencantados. Las elecciones de noviembre podrían verse definidas por aquellos que buscan al “menos malo” entre los dos contendientes principales, en una situación donde la competencia por los votos independientes será clave.

Mientras tanto, la incertidumbre persiste entre los “double haters” y los votantes que no se identifican con ninguno de los dos partidos principales. En un clima político de divisiones y descontento, la elección de noviembre se presenta como un desafío tanto para Biden como para Trump, quienes deberán seducir a un electorado crítico y ávido de nuevas opciones.