Aumento de Ballenas Varadas en Japón: Efectos del Calentamiento Global en la Bahía de Osaka
febrero 21, 2024El incremento de ballenas varadas preocupa a expertos debido al cambio de temperatura en las aguas
El oeste de Japón está experimentando un aumento en el número de ballenas varadas, un fenómeno atribuido al calentamiento global. Los expertos advierten que esta tendencia podría seguir creciendo a medida que la diferencia de temperatura entre las aguas del océano y las de las bahías disminuye.
El más reciente de estos eventos ocurrió este lunes, cuando se encontró el cadáver de un cachalote de unos 14 metros de largo y entre 25 y 30 toneladas en la bahía de Osaka. Este ejemplar había estado varado desde finales de enero en aguas frente a Kobe.
En un incidente similar el año pasado, otro cachalote murió después de quedar atrapado cerca de la desembocadura del río Yodo, también en Osaka, mientras luchaba por regresar al mar.
El cuerpo de ese cachalote macho, apodado cariñosamente como Yodo-chan en redes sociales, medía 15 metros de largo y fue hundido más tarde en la península de Kii, al sur de la bahía de Osaka.
Según las autoridades portuarias locales, todas las ballenas que han quedado atrapadas en la bahía han fallecido al no poder regresar al océano Pacífico.
Las costas de las ciudades de Osaka y Sakai presentan pasajes intrincados que hacen irregular su configuración, lo que favorece que las ballenas queden varadas. El puerto de Sakai-Semboku, donde se encontró el cadáver más reciente, se convierte en un callejón sin salida para los animales, mientras que el puerto de Kobe, donde fue avistada por primera vez la ballena, tiene una configuración más simple.
Yasunobu Nabeshima, presidente de un club comunitario del Museo de Historia Natural de Osaka, ha atribuido este aumento de ballenas varadas, así como de delfines y tortugas marinas que deambulan por la bahía, al calentamiento global. Este fenómeno ha provocado una disminución en la diferencia de temperatura entre las aguas del Pacífico y las de la bahía.
“La diferencia se ha minimizado aún más por el desarrollo de remolinos de baja temperatura en el Pacífico causados por el gran meandro de la corriente de Kuroshio, que comienza en Filipinas y fluye hacia el noreste pasando por Japón, desde 2017”, señaló Nabeshima en declaraciones a Kyodo.
Las ballenas utilizan ondas sonoras para navegar, y una vez que ingresan a la bahía de Osaka, se convierte en “un lugar del que no pueden escapar”, afirmó Nabeshima. El experto hizo un llamado a las autoridades locales para que colaboren con investigadores en estudios ecológicos que permitan encontrar medidas eficaces para prevenir este fenómeno.