San Juanico, el infierno que marcó a México
noviembre 19, 2024La tragedia que devastó una comunidad y dejó lecciones inconclusas a 40 años del desastre
Hace cuatro décadas, el 19 de noviembre de 1984, San Juan Ixhuatepec se convirtió en el epicentro de una de las peores tragedias en la historia de México. Una fuga de gas en instalaciones de Pemex desató una serie de explosiones que transformaron la madrugada en un infierno. El saldo oficial fue de 498 muertos y más de 4,200 heridos, una cifra que reflejó no solo el impacto del desastre, sino también las carencias en infraestructura y seguridad que marcaron aquella época.
El incidente comenzó con la maniobra fallida de una pipa de gas de la empresa Unigas, que provocó un incendio en un depósito primario de Pemex. El fuego alcanzó depósitos esféricos, generando detonaciones que se extendieron por horas. Las llamas, que alcanzaron hasta un kilómetro de altura, y los estallidos afectaron comunidades enteras en Tlalnepantla y la Gustavo A. Madero. En el amanecer de ese día, una inmensa bola de fuego era visible desde distintos puntos de la Ciudad de México, causando pánico entre quienes desconocían el origen del siniestro.
La devastación fue inmediata. Personas con quemaduras graves huían desesperadas en busca de ayuda; muchas, con sus cuerpos cubiertos de fuego, dejaron atrás sus hogares destruidos. El Ejército desplegó el Plan DN-III, pero los recursos fueron insuficientes frente a la magnitud del desastre. Testigos compararon la escena con las imágenes de Hiroshima, pues el paisaje quedó reducido a escombros, fierros retorcidos y cenizas.
La falta de medidas de protección civil evidenció una negligencia estructural. Meses antes del siniestro, se había reportado un incendio en la misma instalación de Pemex, pero no se tomaron acciones contundentes. Después de la tragedia, se emitió un decreto que exigía la reubicación de las gaseras lejos de zonas habitadas, un compromiso que, 40 años después, sigue incumplido.
Hoy, San Juan Ixhuatepec sigue siendo una bomba de tiempo. En la zona operan gaseras y gasolineras a escasa distancia de complejos habitacionales. Las rutas de evacuación están bloqueadas por el transporte público y comercio informal, y las condiciones de riesgo no solo persisten, sino que se han agravado con el crecimiento urbano descontrolado.
La tragedia de San Juanico no solo dejó cicatrices en quienes sobrevivieron, sino también una deuda histórica de las autoridades para garantizar la seguridad en zonas de alto riesgo. A 40 años de aquella madrugada, la memoria colectiva aún exige justicia y prevención, en un contexto donde el olvido amenaza con perpetuar la vulnerabilidad de miles de familias.