Rusia Desata el Peor Ataque a la Infraestructura Energética de Ucrania: Misiles y Drones en una Noche de Terror

Rusia Desata el Peor Ataque a la Infraestructura Energética de Ucrania: Misiles y Drones en una Noche de Terror

marzo 22, 2024 Desactivado Por

Más de 60 Drones y 90 Misiles Golpean Ciudades Ucranianas, Dejando a Centros de Energía en Ruinas

En la noche 758 de la invasión rusa sobre Ucrania, el país se convirtió en el escenario de uno de los ataques más devastadores desde el inicio del conflicto. Más de 60 drones Shaheed y cerca de 90 misiles, incluyendo armas de crucero y balísticos, se abatieron sobre varias ciudades ucranianas, sembrando el caos y la destrucción. Kiev, la capital, fue bombardeada con 31 misiles, entre ellos los temibles hipersónicos Kinzhal.

El objetivo de Rusia quedó claro una vez más: la destrucción de centrales energéticas. Este despiadado ataque logró su cometido en lugares como Járkiv y Dnipro, donde las turbinas de la central hidroeléctrica fueron golpeadas, dejando a estas ciudades sumidas en la oscuridad. En Dnipro, los misiles cayeron sobre la central hidroeléctrica construida sobre la presa, aunque milagrosamente esta última no resultó dañada en su estructura. Sin embargo, la línea eléctrica que alimenta la central nuclear de Zaporiyia, ocupada por las tropas rusas desde el inicio del conflicto, quedó fuera de servicio.

En apenas dos días, cerca de 200 proyectiles han sido lanzados sobre Ucrania por el régimen de Moscú. La falta de compromiso del Congreso de Estados Unidos, que ha congelado las ayudas militares, y la lenta respuesta de Europa, han dejado a Ucrania en una posición desesperada. La munición antiaérea se agota, la capacidad de defensa contra drones y misiles se reduce día a día. De no revertirse la situación, las ciudades ucranianas estarán indefensas ante los ataques rusos en cuestión de semanas.

El presidente Zelenski denunció esta masacre en su perfil de la red social X: “El mundo ve con claridad los objetivos de los terroristas rusos: centrales eléctricas, líneas de suministro de energía, una presa hidroeléctrica, edificios residenciales y hasta un trolebús. Rusia está en guerra contra la vida cotidiana de la gente. Mis condolencias a los seres queridos de los caídos por este terror”.

El terror no ha discriminado, alcanzando objetivos civiles en ciudades como Járkiv, Zaporiyia, Sumy, Poltava, Dnipro, Odesa, Vinnytsia e Ivano-Frankivsk. Entre los proyectiles lanzados se encuentran misiles de Corea del Norte, adquiridos por Rusia para ampliar su arsenal. Esta guerra asimétrica ha revelado una doble moral: mientras Europa evita el uso de su armamento contra Rusia, Moscú no duda en emplear todo lo que ha obtenido de sus aliados dictatoriales, incluyendo a Pyongyang y Teherán.

En una exclusiva de The Wall Street Journal, Estados Unidos ha instado a Ucrania a cesar los ataques con drones a refinerías rusas “para evitar un descontrol en los precios del petróleo”. Esta situación evidencia la desigualdad en la confrontación: Rusia puede atacar la infraestructura energética de Ucrania, pero Kiev no tiene la misma libertad de acción, a pesar de ser una de las estrategias más efectivas para debilitar la economía rusa.

“Los misiles rusos no esperan, a diferencia de los paquetes de ayuda para Ucrania. Los drones Shahed [de origen iraní] no dudan, a diferencia de algunos políticos. Es vital comprender el costo de los retrasos y las decisiones postergadas”, enfatizó Zelenski.

Ante esta crisis, la red energética de Ucrania ha recibido asistencia urgente de países vecinos como Polonia, Rumania y Eslovaquia. Los ataques han dejado a un millón de personas sin electricidad, según lo admitió el operador de la red nacional Ukrenergo. La guerra en Ucrania sigue su curso, con consecuencias devastadoras para la población civil y una incertidumbre que no parece tener fin.