Reforma a Pensiones: Polémica por Uso de Recursos de Afores Inactivas

Diputados aprueban controvertida medida para financiar pensiones, desatando críticas y acusaciones de “robo”.

La Cámara de Diputados ha dado luz verde a una reforma que ha desatado una intensa controversia en el país. La medida, impulsada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, establece la creación del Fondo de Pensiones para el Bienestar, con el objetivo de aumentar al 100% las percepciones de los trabajadores jubilados. Sin embargo, la fuente de financiamiento ha generado acusaciones de “robo” y críticas por parte de expertos, empresarios y miembros de la oposición.

La reforma utiliza el dinero de aproximadamente 2.2 millones de cuentas de las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores) y del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), correspondientes a adultos mayores de 70 años que llevan inactivas una década. Esta disposición ha sido cuestionada por su impacto en un sector vulnerable de la población, considerado desinformado y poco protegido.

A pesar de las críticas, la medida fue aprobada con 252 votos a favor, 212 en contra y cuatro abstenciones, ya que Morena y sus aliados contaban con los suficientes votos para su aprobación. Durante el debate en la Cámara baja, diputados de la oposición presentaron diversos documentos para intentar detener el ajuste, sin éxito.

En defensa de la propuesta, se argumentó que esta reforma permitirá que los trabajadores se jubilen con el 100% de su salario a partir de 2027. Se establece que no se dispondrá de los recursos de personas que hayan cumplido el requisito de edad y que se encuentren activamente en la formalidad. Además, se prevé la posibilidad de que los inconformes puedan solicitar la devolución de su dinero.

Sin embargo, las críticas persisten. La propuesta ha sido cuestionada por la falta de reglas claras, la incertidumbre sobre la composición del comité técnico y las posibles implicaciones para las cuentas activas de las Afores. Expertos y líderes de opinión han expresado su preocupación por el impacto a largo plazo en los derechos humanos y la falsa expectativa que genera en los trabajadores.

La reforma ahora pasará al Senado, donde se espera un intenso debate sobre sus implicaciones y su viabilidad a largo plazo.