Padre y madrastra culpables del brutal asesinato de Sara Sharif, niña de 10 años

Padre y madrastra culpables del brutal asesinato de Sara Sharif, niña de 10 años

diciembre 11, 2024 Desactivado Por admin

La menor fue hallada en su casa con quemaduras, fracturas y signos de un prolongado maltrato físico.

El padre y la madrastra de Sara Sharif, una niña de 10 años hallada muerta en su hogar en Woking, Reino Unido, fueron declarados culpables de asesinato tras un juicio que reveló los escalofriantes detalles del trato al que fue sometida. Sara fue encontrada bajo una manta en una litera, con docenas de lesiones, incluyendo quemaduras, fracturas y moretones extensos. La autopsia confirmó que su muerte no fue natural.

Urfan Sharif, de 43 años, y Beinash Batool, de 30, huyeron a Pakistán un día antes de que se encontrara el cuerpo de la menor. Desde allí, Sharif llamó a la Policía británica para confesar que había matado a su hija, alegando que la castigó de forma legítima pero perdió el control. Ambos fueron detenidos tras ser localizados en Islamabad y trasladados de vuelta a Reino Unido, donde enfrentaron juicio. El hermano de Sharif, Faisal Malik, fue absuelto del cargo de asesinato pero declarado culpable de permitir la muerte de la niña.

Durante el proceso, el fiscal William Emlyn Jones describió la magnitud de los abusos que Sara sufrió a lo largo del tiempo, señalando lesiones que incluían marcas de quemaduras de plancha, mordeduras humanas y signos de haber sido atada mientras le vertían agua hirviendo en los pies. Estas agresiones, según los expertos, fueron continuas y atroces, normalizadas al punto de que sus heridas pasaban desapercibidas incluso en reuniones familiares.

El caso también sacó a la luz el contraste entre la alegría de Sara en el colegio y el horror que vivía en casa. En un video grabado dos días antes de su muerte, se la ve bailando y sonriendo, pese a tener múltiples huesos rotos y quemaduras recientes. La fiscal Libby Clark destacó lo devastador de saber que una niña tan llena de vida y creatividad padeció una violencia sistemática que culminó en su muerte.

Este juicio no solo cierra un capítulo trágico, sino que plantea interrogantes sobre cómo proteger mejor a los menores que, como Sara, viven en situaciones de extrema vulnerabilidad.