“Madres Afganas Recurren a Sedantes para Calmar el Hambre de sus Hijos en Medio de la Crisis Humanitaria”

“Afganistán enfrenta una grave escasez de alimentos mientras millones de personas, especialmente mujeres y niños, sufren las consecuencias”

En medio de la crisis humanitaria en Afganistán, mujeres como Sohaila Niyazi recurren a sedantes para calmar el hambre de sus hijos. La falta de alimentos, agravada por la interrupción de la ayuda humanitaria, ha dejado a muchas familias desesperadas.

Sohaila Niyazi, viuda con seis hijos, relata cómo ha pasado las últimas semanas alimentando a su hija más pequeña con té, ya que no puede permitirse comprar leche. Debido a la falta de nutrientes, recurre a darle un antihistamínico para sedarla y evitar que pida leche que no puede proporcionar.

La situación se ha vuelto aún más crítica para las mujeres, especialmente viudas, bajo el régimen talibán, ya que se les prohíbe trabajar. La ayuda alimentaria del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas ha disminuido significativamente, afectando a alrededor de dos millones de hogares dirigidos por mujeres.

La periodista destaca la difícil situación de Sohaila, quien, junto con otros millones de afganos, enfrenta la desnutrición y la falta de acceso a atención médica adecuada. La retirada de la ayuda del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) agrava la situación, afectando a la atención sanitaria y dejando desatendidos a muchos niños desnutridos.

A pesar de las palabras del gobierno talibán sobre la autosuficiencia, la población afgana, en su mayoría, se encuentra en una situación de desesperación. Las restricciones impuestas a las mujeres, que les impiden trabajar y ganarse la vida, generan un callejón sin salida para muchas familias que luchan por sobrevivir.