La fiebre porcina africana arrasa el norte de Italia, amenazando la producción de prosciutto
octubre 2, 2024Con la matanza de miles de cerdos, el sector porcino italiano enfrenta una crisis que podría costar miles de millones.
La fiebre porcina africana ha golpeado con fuerza al norte de Italia, llevando a la matanza de casi 120,000 cerdos desde que la enfermedad se identificó en enero de 2022. Giovanni Airoli, un productor de cerdos al sur de Milán, tuvo que sacrificar a todos sus 6,200 animales tras el hallazgo de un caso positivo en su granja. “Es una desolación”, lamenta Airoli, quien se encuentra en la zona cero de esta epidemia que amenaza la industria porcina, valorada en 20,000 millones de euros.
Desde principios de septiembre, se han registrado 24 brotes de la enfermedad, principalmente en Lombardía, una región clave para la producción de prosciutto. La propagación se ha visto acelerada por la presencia de jabalíes infectados en un área que se extiende por 4,500 kilómetros cuadrados. Coldiretti, el influyente grupo agrícola italiano, estima que los daños económicos ascienden a 500 millones de euros, mientras que algunos agricultores temen perder sus medios de vida.
La enfermedad, que es casi siempre fatal para los cerdos, no afecta a los humanos. La situación es tan crítica que se impusieron restricciones a los agricultores en una vasta zona afectada, complicando aún más la recuperación de la industria. El presidente de Confindustria, Ettore Prandini, advirtió que la situación está llegando a niveles alarmantes.
El gobierno italiano ha nombrado a un nuevo comisionado especial, Giovanni Filippini, quien implementa nuevas restricciones de acceso a las granjas y ha ampliado las zonas de seguridad. Aunque la tasa de nuevos brotes parece haber disminuido, Filippini subraya que aún queda mucho por hacer.
Mientras tanto, el impacto en el mercado global ha sido severo. Desde la confirmación de la fiebre porcina en Italia, 12 países han prohibido la importación de productos porcinos italianos, lo que ha llevado a pérdidas de exportación de 20 millones de euros al mes. Airoli, que solía producir hasta 13,000 cerdos al año, teme que su negocio no pueda reactivarse hasta que la enfermedad esté bajo control.
La escasez de piernas de cerdo frescas está limitando la producción de prosciutto, con el Consorcio del Prosciutto de Parma advirtiendo sobre el aumento de precios de las materias primas, calificado como “insostenible”. Aquellos que aún están fuera de las áreas afectadas están tomando precauciones adicionales para evitar contagios, aunque el sacrificio preventivo de cerdos sanos se ha convertido en una trágica norma en la lucha contra esta enfermedad devastadora.
Sergio Visini, un granjero en Lombardía, ha implementado medidas estrictas de desinfección en su granja, con la esperanza de que esta crisis lleve a una mejora en la salud y bienestar animal en el sector. “Esta epidemia también puede convertirse en una oportunidad para mejorar la salud y el bienestar de los animales”, concluye Visini, manteniendo una perspectiva optimista en medio de la adversidad.