IMSS reembolsa dinero a paciente con cáncer que no pudo ser atendida

Mujer jubilada recibe compensación tras hipotecar su casa para tratar su cáncer de mama en hospital privado debido a la falta de atención en el IMSS durante la pandemia.

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha tenido que reembolsar una cantidad de dinero a una mujer de 61 años, Sara Montenegro, residente de Baja California, quien se vio obligada a hipotecar su casa para costear el tratamiento contra el cáncer de mama, ya que el IMSS no pudo atenderla debido a la pandemia de COVID-19. A pesar de esta difícil situación, Montenegro recibió la buena noticia de que la dependencia federal le devolverá 261 mil pesos.

La historia de Montenegro ilustra los desafíos que enfrentan los pacientes en México cuando los servicios públicos de salud están sobrecargados. Diagnosticada con cáncer de mama, Montenegro se vio obligada a buscar atención médica en un hospital privado, donde pagó 200 mil pesos por el tratamiento, además de empeñar su casa para cubrir los gastos restantes.

El IMSS no pudo brindar atención a Montenegro debido a las restricciones causadas por la pandemia, lo que la llevó a buscar tratamiento en el sector privado. Aunque la jubilada del IMSS buscó compensación por sus gastos médicos, la institución le ofreció un reembolso de 261 mil pesos, reconociendo los beneficios obtenidos en el tratamiento privado.

Esta situación pone de relieve los desafíos que enfrentan los pacientes que dependen del sistema de salud pública en México, especialmente durante la pandemia. Montenegro, a pesar de ser jubilada del IMSS, tuvo que recurrir a servicios médicos privados debido a la falta de opciones en el sector público.

Además de su lucha personal contra el cáncer, Montenegro también ha denunciado problemas en las instalaciones del IMSS en Baja California, incluida la falta de funcionamiento del acelerador lineal, a pesar de la inauguración simbólica del aparato. A pesar de recibir el reembolso del IMSS, Montenegro continúa enfrentando dificultades para obtener su tratamiento en la clínica del IMSS en Tijuana, donde a menudo no se surten sus recetas médicas, lo que la obliga a comprar medicamentos por su cuenta.