Huracán John deja cientos de desplazados en Acapulco

Familias continúan enfrentando la devastación y el abandono tras el paso del ciclón.

Casi un mes después del paso del huracán John, las cicatrices de su devastación siguen presentes en Acapulco, donde cientos de familias han sido desplazadas. El fenómeno, que impactó como categoría 3 el pasado 23 de septiembre, cobró la vida de casi 30 personas a lo largo de México y dejó numerosos hogares en condiciones inhabitables. En Acapulco, cinco barrios fueron declarados en alto riesgo por Protección Civil, obligando a entre 200 y 300 viviendas a ser reubicadas.

Uno de los lugares más afectados es la calle Niño Perdido, en la Colonia Ampliación La Libertad, donde al menos 50 casas quedaron destruidas en cuestión de segundos. Claudia Ramírez Hernández, quien llevaba 29 años viviendo allí junto a su esposo, relató la pesadilla que vivieron al ver cómo el agua, el lodo y las piedras arrasaban su hogar, destruyendo no solo su vivienda, sino también su patrimonio. Perdieron su camioneta, muebles y casi todo lo que poseían, y un mes después, su casa permanece llena de lodo e inhabitable. Aunque les resulta difícil abandonar lo que construyeron durante tantos años, saben que es demasiado peligroso quedarse.

Nayeli Abarca Millán, madre soltera, también ha sido desplazada junto a sus hijos y otros familiares. Describió la gravedad de la situación en la que se encuentran, refugiándose en casas de vecinos y familiares, mientras algunos de sus parientes ancianos han recurrido a albergues. A pesar de que las autoridades han visitado la zona, no les han proporcionado información concreta sobre cuándo ni dónde podrán reubicarse. La comunidad sigue sin servicios básicos como electricidad, agua potable o recolección de basura, mientras que solo se ha removido una pequeña parte de los escombros.

Las autoridades municipales han informado que están en conversaciones con la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano para reubicar a los afectados y garantizar que puedan contar con viviendas seguras. Sin embargo, los residentes siguen esperando una solución definitiva mientras intentan rehacer sus vidas en medio de la incertidumbre.