Huracán John deja 29 muertos y devastación en tres estados

Guerrero, el estado más afectado por las lluvias e inundaciones del ciclón.

El Huracán John ha causado la muerte de 29 personas en México, siendo Guerrero el estado que enfrenta la mayor pérdida humana y destrucción material. Las autoridades confirmaron que 23 personas murieron en Guerrero, sumándose a los cinco decesos reportados en Oaxaca y uno en Michoacán desde que el ciclón golpeó el país el lunes pasado. Acapulco, una de las ciudades más afectadas, continúa su lucha por volver a la normalidad tras el cese de las lluvias, mientras sus habitantes temen que las precipitaciones puedan reanudarse y agravar la situación.

Las colonias más humildes en las zonas altas de Acapulco han sufrido el mayor impacto, con inundaciones que aún persisten en muchas áreas. Aunque las lluvias cesaron el sábado, el reblandecimiento de la tierra y los escurrimientos siguen afectando la infraestructura. En la Zona Diamante, la más devastada, el nivel del agua ha comenzado a bajar, pero en comunidades como el Conjunto Habitacional Vicente Guerrero 2000, cientos de residentes siguen atrapados, desplazándose en lanchas debido a las inundaciones causadas por el desbordamiento de la Laguna de Tres Palos. Los habitantes piden ayuda urgente al Ejército, Marina y Guardia Nacional, mientras siguen enfrentando dificultades para salir de sus casas.

Algunos residentes, como Cyndi Viridiana Gómez, explicaron que la mayor preocupación es que las lluvias se detengan para poder comenzar la limpieza de sus hogares y evaluar los daños. Otros, como Armando Vázquez, relataron cómo el agua llegó a alcanzar los dos metros de altura en sus viviendas, aunque ahora ha comenzado a disminuir. Las labores de limpieza continúan siendo imposibles hasta que el agua termine de retirarse.

Mientras tanto, las fuerzas de seguridad patrullan las calles de Acapulco para evitar saqueos en las tiendas y centros comerciales, tal como ocurrió tras el huracán Otis en 2023. Vehículos con ayuda y equipo de rescate han llegado a la ciudad para asistir a los damnificados, mientras los refugios, como el instalado en el Fórum Mundo Imperial, siguen albergando a cientos de personas evacuadas. Muchas familias, sin embargo, han comenzado a regresar a sus hogares a medida que las inundaciones disminuyen.

La Secretaría de la Defensa Nacional ha distribuido miles de raciones de comida entre los afectados, mientras que largas filas se forman en las tiendas de conveniencia, donde la Guardia Nacional controla el acceso de los ciudadanos para evitar el caos. Aunque el transporte público ha reanudado parcialmente su servicio en la ciudad, los efectos del huracán siguen presentes, como en la colonia Icacos, donde una enorme roca desprendida sigue obstruyendo las vialidades.