FBI investiga abusos sexuales a infantes por parte de predicadores de una secta cristiana
diciembre 16, 2024Denuncias de víctimas de todo el mundo ponen en el foco a la secta ‘El Camino’ y su estructura de encubrimiento
Casi todos los detalles sobre el grupo religioso al que pertenecía la familia de Lisa Webb se ocultaban al mundo exterior. Sus seguidores se reunían en casas y no en iglesias, con una estructura de liderazgo difícil de discernir y finanzas opacas. Ni siquiera tenía un nombre oficial, pero durante décadas, ningún secreto estuvo tan bien guardado como la identidad de los depredadores sexuales del grupo conocido como ‘Dos por dos’.
Un creciente número de denuncias públicas ha desencadenado una exhaustiva investigación por parte del FBI, poniendo al descubierto la larga historia de silencio en esta secta cristiana. Los supervivientes sostienen que los líderes protegían a los ministros abusadores, presionando a las víctimas para que perdonaran y evitando las denuncias legales, trasladando a los depredadores a nuevas familias desprevenidas. Aunque algunos líderes han condenado públicamente estos abusos, varios se han negado a responder a las preguntas de The Associated Press.
Para Lisa Webb, que sufrió abusos sexuales por parte de uno de estos ministros en su infancia, esta atención ha significado una inesperada sensación de “fuerza en los números”. Su historia, entre muchas otras, ha sido documentada en un sitio web, una línea directa y páginas de redes sociales creadas por víctimas, revelando más de 900 casos de abusos con supervivientes en más de 30 países. Reportajes recientes y un documental de Hulu han puesto el foco en estos predicadores y los líderes que los protegían.
Aunque algunos perpetradores han sido condenados, la secta ha eludido gran parte de las repercusiones legales debido a su estructura descentralizada y leyes estatales que limitan los plazos para presentar cargos. Fundada en 1897 por William Irvine en Irlanda, la secta se expandió con predicadores itinerantes viviendo en casas de fieles, creciendo hasta alcanzar decenas de miles de miembros globalmente.
La secta, conocida también como ‘El Camino’ o ‘La Verdad’, no posee bienes tangibles para indemnizaciones, ya que sus ministros rechazan las posesiones mundanas, dependiendo de los seguidores para su sustento.
Lisa Webb narró cómo sufrió abusos a manos de Peter Mousseau, quien finalmente fue condenado tras intentar contactarla años después. Sheri Autrey, por su parte, fue abusada por un predicador en California, quien, tras ser denunciado, solo fue reprendido internamente y no legalmente. Autrey, al intentar buscar justicia, se enfrentó a la dura realidad de tener que detallar públicamente los abusos, una experiencia que no estaba preparada para enfrentar.
Otro caso involucró a Américo Quispe, un predicador peruano que, tras acusaciones en su país, continuó abusando en Texas antes de ser condenado en Perú a 30 años de prisión. Rubén Mata, otro trabajador, abusó de numerosos niños, con uno de ellos, Douglas Patterson, manteniendo silencio por temor a represalias espirituales dentro de la secta.
La muerte de Dean Bruer en 2022, un supervisor regional, reveló más abusos a través de evidencias digitales, aunque la manipulación de dispositivos impidió una investigación completa. Esta serie de eventos ha llevado a la creación de plataformas donde las víctimas puedan hablar y buscar reformas dentro de la secta.
El FBI ha iniciado una investigación oficial, y aunque algunos líderes han comenzado a condenar los abusos y buscar asesoría, la resistencia a adoptar políticas de prevención y las advertencias contra la crítica interna continúan. La lucha por la justicia y la transparencia dentro de ‘Dos por dos’ sigue siendo un camino largo y complejo.