“Es una vergüenza”: habitantes de Los Ángeles
junio 9, 2025“Es una vergüenza”: habitantes de Los Ángeles
Cientos de personas salieron a las calles para externar su molestia
Al unísono de “qué vergüenza”, cientos de personas se manifestaron este domingo en el centro de Los Ángeles por la presencia de la Guardia Nacional, enviada por el presidente Trump tras las protestas por las redadas migratorias ocurridas en el condado.
El mensaje sigue siendo el mismo de los últimos días, los manifestantes se opusieron a los operativos del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) y a la escalada de la Casa Blanca para presionar el poder del gobernador Gavin Newsom, con la presencia y accionar de los militares. “Mi mamá fue indocumentada y hoy vengo aquí para defender a nuestra gente”, indicó Beatriz Feliz.
La ciudadana estadounidense con raíces mexicanas, dijo que quiere que su hijo aprenda a pelear por sus derechos. “No podemos tolerar que quieran militarizar la ciudad gastando recursos que se deberían invertir en cosas más importantes”.
La manifestación que comenzó frente al Ayuntamiento angelino se desplazó un kilómetro hasta donde se encontraban unas dos docenas de miembros de la Guardia Nacional al cuidado del ingreso del edificio federal, que alberga la cárcel de ICE, a los que increparon por obedecer a Trump.
El Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) declaró la manifestación como “una asamblea ilegal”, lo que le permitió dispersar a los manifestantes, que en momentos le arrojaron confeti a la policía y alguna que otra botella de agua.
Al verse empujados por las autoridades angelinas, los manifestantes tomaron la Autopista 101, donde bloquearon el tráfico por varias horas. Por su parte, la policía uso gases para dispersar a la multitud.
“Como pueden ver estamos tranquilos, solo queremos expresar nuestro enojo por todo esto, queremos decirle a Trump que aquí no vamos a tolerar que venga a destruir a las familias”, dijo Isabella García, una terapeuta de 32 años, que acudió con varios amigos a marchar.
Los manifestantes mostraron, con banderas de diferentes países -incluida la estadounidense-, la diversidad de la comunidad del condado de Los Ángeles, el más poblado de Estados Unidos, que cuenta con alrededor de 10 millones de habitantes. Se estima que cerca de un millón de estos es indocumentado, la gran mayoría trabajadores.