El rescate es obstaculizado por infraestructura colapsada, conflictos y falta de recursos.

El rescate es obstaculizado por infraestructura colapsada, conflictos y falta de recursos.

marzo 31, 2025 Desactivado Por admin

El intenso olor a muerte inunda las ciudades de Myanmar tras el sismo

El rescate es obstaculizado por infraestructura colapsada, conflictos y falta de recursos.

El olor a cuerpos en descomposición impregnaba ayer las calles de Mandalay, la segunda ciudad más grande de Myanmar, mientras residentes desesperados retiraban escombros a mano con la esperanza de encontrar sobrevivientes. Esto, después de un devastador terremoto de magnitud 7.7 que ha dejado más de mil 600 muertos y a muchas personas sepultadas.

El sismo ocurrió el viernes al mediodía, con un epicentro cercano a Mandalay. Derribó decenas de edificios y dañó infraestructura clave, como el aeropuerto de la ciudad.

Los esfuerzos de rescate se ven obstaculizados por carreteras destruidas, puentes colapsados, comunicaciones irregulares y las dificultades propias de operar en un país sumido en una guerra civil.

La búsqueda de sobrevivientes recae principalmente en la población local, sin acceso a maquinaria pesada. En su mayoría, trabajan con palas y manos desnudas bajo temperaturas que alcanzan los 41 grados Celsius. Solo se observa alguna excavadora ocasional en la zona.

Ayer, una réplica de magnitud 5.1 provocó pánico momentáneo, pero el trabajo de rescate continuó de inmediato.

De los 1.5 millones de habitantes de Mandalay, muchos pasaron la noche en las calles, ya sea porque perdieron sus hogares o por miedo a que las réplicas derrumben edificios que quedaron inestables.

Hasta ahora, se han confirmado mil 644 muertos y tres mil 408 heridos en Myanmar. Sin embargo, muchas áreas permanecen incomunicadas, y gran parte de los rescates continúan a cargo de civiles, informó Cara Bragg, gerente en Rangún de Catholic Relief Services.

Con el aeropuerto de Mandalay dañado y la torre de control en Naipyidó colapsada, todos los vuelos comerciales están suspendidos.

En Naipyidó, los esfuerzos oficiales de ayuda se concentran en edificios gubernamentales y viviendas del personal estatal, mientras que la población civil se ve obligada a excavar entre los escombros sin ayuda adecuada.

Con cortes generalizados de telecomunicaciones, se desconocen las condiciones en muchas zonas rurales.

A pesar de esto, dos aviones militares indios lograron aterrizar el sábado en Naipyidó con un hospital de campaña y 120 efectivos que se trasladaron a Mandalay para establecer un centro de tratamiento de emergencia de 60 camas. Otros suministros fueron enviados a Rangún, principal punto de recepción de ayuda extranjera.

Un convoy chino de 17 camiones con suministros médicos y refugios críticos se dirigía a Mandalay desde Rangún, recorriendo 650 kilómetros en más de 14 horas debido a carreteras congestionadas y desvíos por daños del sismo.

La ventana de rescate se cierra rápidamente. La mayoría de los rescates ocurren en las primeras 24 horas tras un desastre, y las probabilidades de supervivencia disminuyen drásticamente con el paso del tiempo.

Un informe de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU advirtió sobre la destrucción de instalaciones de salud y la grave escasez de suministros médicos como kits de trauma, bolsas de sangre, anestésicos y medicamentos esenciales.

China ha enviado más de 135 rescatistas y expertos junto con suministros médicos y generadores, con un aporte de 13.8 millones de dólares en ayuda de emergencia. Rusia también ha enviado rescatistas y un equipo médico.

Malasia y Tailandia han despachado personal especializado, mientras que Reino Unido anunció un paquete de ayuda de 13 millones de dólares para colaborar con organizaciones que ya operan en Myanmar.

AP

Rescatan cuerpos a toda prisa

  • En Myanmar, que también se conoce como Birmania, los esfuerzos de rescate hasta ahora se centran en Mandalay y Naipyidó, que se cree que han sido las más afectadas, pero muchos otros lugares fueron impactados y se sabe poco hasta ahora sobre los daños allí.
  • Más allá de los daños del terremoto, los esfuerzos de rescate se complican por la sangrienta guerra civil que sacude gran parte del país, incluidas las áreas afectadas por el terremoto. En 2001, el Ejército arrebató el poder al Gobierno electo de Aung San Suu Kyi, lo que desde entonces ha desencadenado una resistencia armada significativa.
  • Las fuerzas gubernamentales han perdido el control de gran parte de Myanmar, y muchos lugares son peligrosos o imposibles de alcanzar para los grupos de ayuda. Más de tres millones de personas han sido desplazadas por los combates y casi 20 millones están necesitadas, según Naciones Unidas.
  • El Ejército gubernamental combate contra milicias establecidas desde hace años y las recién formadas Fuerzas de Defensa del Pueblo, un grupo prodemocracia, y había restringido en gran medida los esfuerzos de ayuda muy necesitados para la gran población ya desplazada por la guerra incluso antes del terremoto.