“El Niño desaparece: ¿Qué sigue para el clima mundial?”

“El Niño desaparece: ¿Qué sigue para el clima mundial?”

junio 13, 2024 Desactivado Por

Meteorólogos pronostican la llegada de “La Niña” y su impacto en la temporada de huracanes.

El fuerte fenómeno climático conocido como “El Niño”, responsable de intensificar las temperaturas globales récord durante los últimos 12 meses, ha llegado a su fin. Según la NOAA, agencia meteorológica de Estados Unidos, este evento ha sido vinculado con el cambio climático y el calentamiento general del océano, exacerbando olas de calor y condiciones meteorológicas extremas en varias regiones del mundo.

Con la desaparición de “El Niño”, el planeta entra ahora en una fase neutral de la Oscilación El Niño/Oscilación Austral (ENSO), donde las condiciones climáticas tienden a estabilizarse hacia los promedios históricos a largo plazo. Sin embargo, los expertos advierten que esta neutralidad podría ser transitoria, ya que existe un 65% de probabilidad de que sea reemplazada por “La Niña” en los próximos meses, específicamente entre julio y septiembre.

“La Niña”, caracterizada por un enfriamiento de las mismas áreas del Pacífico central y oriental, tiene efectos opuestos a los de “El Niño”. Entre sus impactos más significativos se encuentra la intensificación de la temporada de huracanes en el Atlántico, con su punto álgido en agosto. Kathie Dello, climatóloga estatal de Carolina del Norte, subraya que este fenómeno podría llevar a un año particularmente activo en términos de actividad ciclónica, instando a los estados desde Texas hasta Maine a prepararse para posibles impactos severos.

Además, L’Heureux explica que mientras “El Niño” suele estar asociado con condiciones más húmedas en algunas regiones, “La Niña” tiende a provocar sequías en el sur de Estados Unidos durante el invierno, fenómeno que podría agravarse con el cambio climático global.

Este cambio en la fase de ENSO no solo influirá en el clima regional, sino que también tendrá implicaciones globales en términos de seguridad alimentaria, gestión de desastres naturales y políticas de adaptación climática. La transición de “El Niño” a “La Niña” pone de relieve la complejidad y la interconexión de los fenómenos meteorológicos con los cambios climáticos a largo plazo, señalando la necesidad de seguir investigando y monitoreando estos eventos para mejorar la capacidad de respuesta ante futuras eventualidades climáticas.