Hacia las 19:30 horas locales, un nuevo lanzamiento desde Irán hizo sonar las alarmas en el centro y norte del país, movilizando a poblaciones de grandes ciudades como Tel Aviv o Haifa, si bien este no causó heridos o incidentes.

En ese momento, el Ejército decía haber identificado “misiles lanzados desde Irán” que se dirigían a Israel.

Sin embargo, las fuerzas armadas confirmaron poco después que había interceptado un solo misil.

En los últimos dos días, pero especialmente este miércoles, la frecuencia de los ataques de Irán y su intensidad, así como sus repercusiones en Israel, se han reducido. El último ataque previo al de esta tarde fue hacia las 01:20 de la madrugada y tampoco causó víctimas.

En este contexto, Israel ha relajado las directrices de seguridad para la población hasta la tarde del viernes. En gran parte del país, israelíes podrán volver a utilizar sus lugares de trabajo o celebrar reuniones de hasta 30 personas si se encuentran cerca de refugios.

“Estamos atacando sistemáticamente el sistema de misiles iraníes”, dijo hoy en una comparecencia de prensa el vocero de las fuerzas armadas de Israel, Effie Defrin. “Estamos dañando su programa nuclear y estamos dañando su programa de misiles”, añadió.

Israel comenzó a bombardear Irán en la madrugada del viernes, señalando los avances en el programa nuclear de la república islámica y la amenaza que supone para el país su manufactura de misiles balísticos.

Desde entonces, su aviación ha atacado infraestructuras militares (sistemas de defensa aérea, almacenes de misiles balísticos…) y plantas nucleares (Natanz, Isfahán y Furdú), pero también a altos cargos de la Guardia Revolucionaria iraní o científicos nucleares.

En Irán, los ataques causaron más de 585 muertos, según la ONG iraní con sede en Estados Unidos, Hrana. Mientras, en Israel, los lanzamientos de misiles iraníes han matado a 24 personas, según las autoridades israelíes.