Descubrimiento de frescos y murales en Pompeya revela mitología y tragedia

Arqueólogos desentierran impresionantes obras de arte en la antigua ciudad romana.

Una nueva excavación en Pompeya ha revelado una serie de impresionantes obras de arte, incluyendo frescos que representan la mitología griega y escenas de tragedia. Los arqueólogos describen los frescos como algunos de los mejores hallazgos en las ruinas de la ciudad sepultada por la erupción del Monte Vesubio en el año 79 d.C.

Entre las representaciones encontradas se encuentran figuras míticas como Helena de Troya, inmortalizadas en las altas paredes negras de un salón de banquetes. Además, un piso de mosaico casi completo, compuesto por más de un millón de azulejos blancos individuales, ha asombrado a los investigadores.

La “habitación negra”, uno de los últimos tesoros emergidos de la excavación, ha sido presentada en exclusiva por el director del parque, el Dr. Gabriel Zuchtriegel. Se especula que el color de las paredes fue elegido para ocultar los depósitos de humo de las lámparas que solían iluminar las reuniones sociales.

Dos frescos dominan esta sala especial. En uno de ellos, el dios Apolo intenta seducir a la sacerdotisa Casandra, cuyo rechazo desencadena trágicos eventos narrados en la segunda pintura: el encuentro entre el príncipe Paris y Helena, una unión que, según la leyenda, lleva a la Guerra de Troya.

Este hallazgo, parte de la excavación más grande en una generación, posiciona a Pompeya como una ventana única al mundo del antiguo imperio romano. Sin embargo, el trabajo de los investigadores no está exento de desafíos. Con un tercio de la ciudad aún bajo escombros volcánicos, se debe actuar rápidamente para proteger y preservar estos nuevos descubrimientos.

La Dra. Roberta Prisco, jefa de restauración, describe la enorme responsabilidad que implica este trabajo, enfatizando el amor y la pasión que guían su labor para las generaciones futuras. Mientras tanto, la Región 9 de Pompeya se ha convertido en una historia de detectives para los arqueólogos, revelando conexiones entre propiedades y pistas sobre la vida cotidiana en la antigua ciudad romana.

Además de los impresionantes frescos y mosaicos, el descubrimiento de una panadería ha arrojado luz sobre un aspecto más oscuro de la vida romana: la esclavitud. Los esqueletos de dos adultos y un niño, aplastados por las piedras, sugieren condiciones de vida deplorables para quienes trabajaban en el negocio. Estos hallazgos, junto con la meticulosa labor de los arqueólogos en la excavación, componen un relato fascinante y evocador de la historia y la tragedia de Pompeya.