Con su historia y belleza natural, se han convertido en un atractivo turístico único que cautiva a quienes buscan descubrir su pasado y disfrutar de su entorno

Quienes en algún momento de la historia llegaron a esta isla, lo hicieron en una condición contradictoria: la de prisioneros. Estaban encarcelados por el océano, amurallados sin remedio por el horizonte, condenados a atardeceres eternos ante la vigilia sin término de las palmeras inmóviles.

Para las 45 mil personas a las que la vida llevó a este lugar de México, el mar y sus olas no eran un sinónimo de independencia y libre albedrío, sino una condena diaria. Así fue para el escritor José Revueltas, uno de los presos más célebres de este complejo insular, que fue encarcelado por los descalabros del comunismo, y que a partir de la experiencia escribió su legendaria novela “Los muros de agua”.

Fue la cárcel de las Islas Marías, en medio del Pacífico, y que ahora es un complejo turístico perteneciente al programa de Pueblos Mágicos. Se encuentra a 120 kilómetros del Puerto de San Blas, en Nayarit, que en sus tiempos de gloria llegó a recibir las mercancías y las especies exóticas de la Nao de China, y a 170 kilómetros de Mazatlán. La colonia penitenciaria fue creada por decreto presidencial de Porfirio Díaz, en 1905, y suprimida de su condición por el expresidente Andrés Manuel López Obrador 114 años más tarde.