“Bajo el Mar: El Peligro de los Desechos Tóxicos y Radiactivos Frente a las Costas de California”
marzo 21, 2024Miles de Barriles Ocultos por Décadas, un Legado de Contaminación
En las profundidades del océano frente a las pintorescas costas de California yace un oscuro secreto que ha estado escondido durante décadas: miles de barriles corrosivos, cargados con desechos tóxicos y ahora, según nuevas evidencias, posiblemente contaminados con compuestos radiactivos de baja intensidad.
El descubrimiento inicial se remonta a 2011, cuando el bioquímico y oceanógrafo David Valentine, junto con un robot de aguas profundas, encontraron una misteriosa constelación de puntos en el sonar. Lo que parecía una anomalía se reveló como decenas de barriles oxidados, descansando a casi 1,000 metros de profundidad, a solo 19 kilómetros de la apreciada costa de California, un área conocida por sus aguas frecuentadas por pescadores, buzos y surfistas.
Este hallazgo desencadenó una serie de investigaciones que revelaron un oscuro capítulo en la historia de la zona, cuando el océano fue utilizado como un vertedero de desechos industriales desde principios de la década de 1930 hasta 1972. Se arrojaron al mar una amplia gama de sustancias, desde subproductos de refinerías hasta desechos químicos y radiactivos, bajo la creencia de que diluirlos en el vasto océano los volvería inofensivos.
Un Pasado de Contaminación
Los registros históricos ahora desempolvados revelan que entre las décadas de 1930 y 1970, se arrojaron al mar grandes cantidades de desechos industriales en trece áreas frente a la costa sur de California. Esto incluyó subproductos de refinerías, desechos químicos y radiactivos, e incluso municiones militares.
Uno de los compuestos más preocupantes es el dicloro difenil tricloroetano, o DDT, un pesticida cuyo uso fue prohibido en 1972 debido a su persistencia y efectos dañinos en la cadena alimentaria. El equipo de Valentine encontró altas concentraciones de DDT en el lecho marino, lo que lleva a temores de su entrada en la cadena trófica.
El Misterio de los Barriles Radiactivos
Los científicos ahora estiman que hay miles, posiblemente medio millón, de barriles esparcidos en el lecho marino frente a las costas de California. Lo más alarmante es que nuevos hallazgos sugieren la presencia de compuestos radiactivos de baja intensidad en estos barriles, una amenaza adicional para la vida marina y potencialmente para la salud humana.
La planta Montrose Chemical Corporation, que fabricaba DDT y estaba ubicada en Los Ángeles, es señalada como una fuente principal de estos desechos. La empresa, que operó desde 1947 hasta 1982, fue objeto de demandas por parte de autoridades federales y estatales por su contribución a la contaminación marina.
Impactos en la Vida Marina y Humana
Los efectos de esta contaminación son palpables en la vida marina. Especies como águilas calvas, pelícanos y leones marinos han sufrido debido a las altas concentraciones de DDT en su entorno. Un estudio reciente incluso vincula el DDT con formas agresivas de cáncer que afectan desproporcionadamente a los leones marinos de la zona.
Esta situación ha generado alarma entre los científicos y legisladores. El senador Alex Padilla y otros miembros del Congreso han instado a la administración Biden a asignar fondos para investigaciones y soluciones a largo plazo. Hasta el momento, se han asignado fondos para estudios continuos, pero la magnitud del problema y sus posibles impactos aún están siendo investigados.
El Llamado a la Acción
El descubrimiento de estos barriles radiactivos bajo el mar frente a las costas de California es un recordatorio contundente de las consecuencias a largo plazo de la contaminación industrial. Insta a una acción concertada a nivel nacional para comprender y abordar este legado tóxico que amenaza tanto la vida marina como la salud humana.
Hasta que se comprenda completamente la magnitud del problema, los científicos y legisladores continuarán presionando por soluciones que protejan los océanos y las comunidades costeras de California y más allá. El océano, que alguna vez fue visto como un recurso infinito para desechar desechos, ahora revela los peligros persistentes de nuestras acciones pasadas.