La ciudad sigue siendo devastada por las llamas mientras miles enfrentan la incertidumbre de no poder regresar a sus hogares hasta el jueves.

Los incendios forestales que asolan Los Ángeles desde hace seis días continúan causando estragos, dejando al menos 24 muertos y miles de personas sin hogar. Con el fuego aún fuera de control, los bomberos enfrentan el reto de contener las llamas mientras los fuertes vientos pronosticados para los próximos días podrían empeorar la situación.

El Departamento Forense del condado de Los Ángeles ha confirmado la muerte de al menos 24 personas, ocho de ellas en la zona de Palisades y 16 en la de Eaton. A pesar de los esfuerzos heroicos de los bomberos, las llamas siguen avanzando, y el fuego ha consumido ya más de 9.500 hectáreas, arrasando comunidades enteras. Las autoridades advierten que los vientos de hasta 110 km/h podrían propagar las llamas a nuevas zonas residenciales.

Mientras la ciudad lucha por contener el desastre, los residentes evacuados no podrán regresar a sus hogares hasta al menos el jueves debido a las peligrosas condiciones. La situación es especialmente grave en áreas como Palisades y Eaton, donde las casas han quedado reducidas a escombros.

El gobernador de California, Gavin Newsom, ha prometido reconstruir la ciudad, mientras el presidente electo Donald Trump ha criticado la respuesta de las autoridades locales. Además, la llegada de refuerzos internacionales, como los bomberos de México y Ucrania, ha reforzado las operaciones de extinción. Sin embargo, la magnitud del desastre y las difíciles condiciones climáticas auguran una recuperación larga y complicada para Los Ángeles.