Así concluye el camino de un Papa que fue fiel a sus convicciones hasta el final, eligiendo la “sencillez” tanto en la vida como en la muerte

Así concluye el camino de un Papa que fue fiel a sus convicciones hasta el final, eligiendo la “sencillez” tanto en la vida como en la muerte

abril 21, 2025 Desactivado Por admin

Cambiando tradiciones; así pidió ser enterrado el papa Francisco

 

Así concluye el camino de un Papa que fue fiel a sus convicciones hasta el final, eligiendo la “sencillez” tanto en la vida como en la muerte

Francisco, el Papa que marcó un giro en muchos aspectos del pontificado, también lo hizo al planear su despedida. Desde marzo de 2023, quedó claro que deseaba alejarse de los protocolos tradicionales incluso después de su muerte, la cual ocurrió este lunes de Pascua, 21 de abril de 2025, a los 88 años.

El pontífice expresó con claridad su voluntad de evitar una sepultura grandilocuente en la Basílica de San Pedro. En su autobiografía titulada “Esperanza”, publicada en enero de 2025, escribió: “Cuando llegue el momento, no seré enterrado en la Basílica de San Pedro, sino en Santa María la Mayor”. Aunque el Vaticano fue su “último lugar de trabajo en la Tierra”, no lo consideraba adecuado como su morada eterna.

La iglesia de Santa María la Mayor, una de las más antiguas e imponentes de Roma, será el sitio donde repose el Papa Francisco. Situada en una zona céntrica de la capital italiana, no lejos de la estación principal de trenes, y al otro lado del Tíber respecto al Vaticano, este templo cuenta con casi mil 600 años de historia. Su interior está adornado con mosaicos del siglo V, lo que lo convierte en un punto de atracción para millones de visitantes cada año.

Francisco deseaba descansar cerca de la imagen mariana conocida como Regina della Pace, una estatua de la Virgen María que, según sus palabras, lo había “abrazado más de cien veces” durante su pontificado. “Me han confirmado que está todo listo”, afirmó cuando habló por primera vez del tema. Incluso durante su hospitalización de 38 días en la Clínica Gemelli, de la cual muchos temieron que no saliera con vida, Francisco pidió hacer una breve parada para rezar frente a Santa María la Mayor antes de volver al Vaticano.

Primer Papa que “no descansará” en la Basílica de San Pedro

Este deseo de ser enterrado allí lo convierte en el primer Papa en casi siglo y medio que no será sepultado en la Basílica de San Pedro. El último caso similar fue el de Pío IX (1846–1878), quien inicialmente fue enterrado en dicha basílica, pero luego fue trasladado, por voluntad propia, a San Lorenzo Extramuros. De hecho, entre los siglos XII y XVI, siete pontífices fueron sepultados en Santa María la Mayor, aunque esta práctica había caído en desuso desde entonces.

En cuanto a las ceremonias fúnebres, Francisco prefirió un enfoque más sobrio. En su libro, se mostró crítico con los rituales recargados del Vaticano, calificándolos de “bastante pomposos”. Rechazó el uso de catafalcos, plataformas doradas o el tradicional ataúd triple compuesto de ciprés, plomo y roble. Según escribió:

“Con dignidad, pero por lo demás como cualquier cristiano normal, porque el Obispo de Roma es pastor y discípulo, no un poderoso de este mundo”.

Esta preferencia por lo sencillo también se reflejó en la forma en que comunicó su decisión. Lejos de hacer un anuncio oficial como jefe de la Iglesia Católica, Francisco compartió su deseo en distintas entrevistas previas al décimo aniversario de su elección papal, celebrado el 12 de marzo de 2023. En una de ellas, concedida a la emisora suiza RSI, mencionó cómo la experiencia del funeral de Benedicto XVI, fallecido el 31 de diciembre de 2022 tras casi una década de retiro, influyó en su pensamiento.

En esa conversación, Francisco explicó que el sepelio de Benedicto se convirtió en una oportunidad para redefinir las exequias papales: “La ceremonia de entierro de los futuros Papas, de todos los Papas”, dijo, debía simplificarse. Añadió que los especialistas en liturgia de la Iglesia suprimieron elementos considerados inapropiados para los ritos fúnebres. Así, aunque los funerales de Benedicto fueron más sobrios, no se omitieron señales de su dignidad como pontífice.

Este conjunto de ideas quedó plasmado en un nuevo protocolo eclesiástico emitido en el otoño de 2024, denominado en latín Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, es decir, el orden oficial para los funerales de los Papas.

A pesar de su elección de no ser enterrado en la Basílica de San Pedro, los fieles tendrán la posibilidad de despedirse de Francisco allí. A diferencia de pontífices anteriores, su féretro no estará expuesto sobre una tarima elevada ni será abierto. Por ejemplo, Benedicto XVI fue velado en un catafalco antes de ser colocado dentro del ataúd triple, algo que ahora no ocurrirá.

En concordancia con la costumbre aplicada en los casos de los últimos pontífices fallecidos (como Juan Pablo II en 2005, Juan Pablo I en 1978, y Pablo VI también en 1978), así como Benedicto XVI tras su abdicación en 2013, el entierro está previsto para el sexto día tras el fallecimiento.