Asesinan en Moscú a un general ruso acusado de crímenes de guerra

Igor Kirillov, señalado por Ucrania por el uso de armas químicas, murió en un atentado atribuido a servicios de inteligencia ucranianos.

El general Igor Kirillov, jefe de las tropas de defensa radiológica, química y biológica de Rusia, fue asesinado esta mañana en Moscú al estallar un artefacto explosivo colocado en un patinete frente a su domicilio. El atentado, que también cobró la vida de su asistente, marca el segundo asesinato de alto perfil contra figuras clave de la maquinaria militar rusa en menos de una semana.

El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) reconoció estar detrás de la operación, justificando que consideraban a Kirillov un objetivo legítimo al acusarlo de ordenar el uso de armas químicas prohibidas contra sus fuerzas armadas. Desde el inicio de la invasión a gran escala en 2022, Kirillov era una figura pública del Kremlin, conocido por difundir acusaciones infundadas sobre supuestos laboratorios biológicos en Ucrania y desarrollar narrativas propagandísticas en ruedas de prensa.

Kirillov lideraba las tropas RKhBZ, especializadas en operar en entornos de contaminación radioactiva, química y biológica. Sin embargo, su nombre estaba vinculado al uso de armamento químico en el conflicto, un hecho documentado por laboratorios independientes y que ha sido denunciado repetidamente por Ucrania y organismos internacionales.

Este atentado se suma al asesinato reciente del científico Mijail Shatsky, también en Moscú, señalado por desarrollar tecnología avanzada en misiles rusos. Ambos casos forman parte de una supuesta estrategia de Ucrania para eliminar a figuras clave del esfuerzo militar ruso, según sus propios servicios de inteligencia.

El asesinato de Kirillov subraya la creciente vulnerabilidad de altos mandos rusos incluso lejos del frente, mientras las tensiones entre Ucrania y Rusia alcanzan nuevos niveles de confrontación directa.