Apulco, un municipio atrapado en el juego del crimen organizado

Entre amenazas y poder paralelo, este pueblo zacatecano refleja los riesgos del narco-Estado.

Apulco, un pequeño municipio de Zacatecas con apenas 5 mil habitantes, se ha convertido en un ejemplo alarmante de cómo los cárteles del crimen organizado pueden infiltrarse en las estructuras de gobierno local. En los últimos seis años, esta comunidad limítrofe con Jalisco ha sido escenario de una feroz disputa entre el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que buscan no solo controlar la región, sino también institucionalizar el crimen bajo un modelo de narco-Estado, según expertos en seguridad.

El caso más reciente de esta problemática es el desafuero de Mauro Yuriel, alcalde electo en junio, acusado de homicidio calificado en grado de tentativa, asociación delictuosa y presuntos vínculos con el CJNG. La Fiscalía General de la República también lo investiga por delitos relacionados con delincuencia organizada, y una orden de aprehensión ha motivado la emisión de una ficha roja por parte de Interpol.

Este escenario, advierte el especialista Pablo Camacho Sánchez, ilustra cómo los cárteles han adoptado modelos inspirados en organizaciones como la mafia italiana ’Ndrangheta. En lugar de confrontar directamente a los gobiernos, buscan controlarlos para acceder a recursos legales y consolidar su poder. Este control incluye la imposición de candidatos a alcaldes, regidores y otras autoridades, asegurando que las decisiones locales favorezcan sus intereses.

Apulco ha sido gobernado bajo una constante sombra de amenazas y opacidad. Desde 2010, todos los alcaldes han enfrentado sanciones por la falta de transparencia en la gestión de recursos públicos, y en algunos casos, las amenazas del crimen organizado han obligado a funcionarios a gobernar desde el exilio. La ubicación estratégica de este municipio, como uno de los principales accesos carreteros a Jalisco, lo ha convertido en un punto clave para los grupos criminales.

Las elecciones recientes no estuvieron exentas de irregularidades. En junio, tras los comicios municipales, hombres armados sustrajeron paquetes electorales, lo que llevó al Consejo General Electoral de Zacatecas a tomar control del conteo. Mauro Yuriel fue declarado ganador, pero poco después enfrentó denuncias por su presunta conexión con el CJNG. Su desafuero y destitución marcaron un nuevo capítulo en la tensa situación política del municipio.

El panorama en Apulco refleja la complejidad de enfrentar al crimen organizado cuando este logra infiltrarse en las instituciones. Con fuerzas armadas presentes para intentar mantener la calma y autoridades estatales bajo constante amenaza, el caso de este municipio es un sombrío recordatorio de los desafíos que enfrentan las comunidades atrapadas en el cruce del narcotráfico y la política.