Ante el funeral del Papa Francisco, una profecía se recuerda con la próxima llegada de líderes mundiales a su último adiós
abril 23, 2025Esta es la PROFECÍA del Papa que se recuerda en su funeral
Ante el funeral del Papa Francisco, una profecía se recuerda con la próxima llegada de líderes mundiales a su último adiós
El funeral del Papa Francisco está próximo, oficialmente será el sábado 26 de abril y convocará a invitados internacionales que se congregarán en Roma. Ante esto, se recuerda una profecía que realizó el mismo Pontífice. Pero ¿De qué trata?
El funeral del Papa Francisco este sábado congregará en el Vaticano a los principales líderes de Occidente, que despedirán al Pontífice que advirtió de una “Tercera Guerra Mundial por partes” y murió profundamente preocupado por las tensiones globales y los conflictos en Ucrania u Oriente Medio.
La Plaza de San Pedro del Vaticano se convertirá desde la mañana del sábado en un insólito mentidero geopolítico dada la presencia de multitud de jefes de Estado o de Gobierno llegados a Roma para despedir al Pontífice argentino, fallecido el lunes a los 88 años.
Francisco fue Papa en un tiempo tenso en la diplomacia mundial y la voz de una profecía: la de una “Tercera Guerra Mundial por partes” que mina al mundo contemporáneo, según advirtió en un recordado discurso en agosto de 2014, un año después de su elección.
Este desvelo quedó plasmado en su último documento público, el mensaje para su bendición ‘Urbi et Orbi’ de esta Pascua, que tuvo que ser leído por un colaborador ya que él ya era incapaz de pronunciarlo debido a sus graves problemas respiratorios.
En el texto, Bergoglio llamaba a la paz entre Israel y Palestina, para la “martirizada” Ucrania, para Siria, Líbano, Yemen, el Cáucaso o el violento corazón africano, pero sobre todo exigía el desarme del mundo, especialmente de sus potencias.
“Ninguna paz es posible sin un verdadero desarme. La exigencia de que todo pueblo debe proveerse para su propia defensa no puede convertirse en una carrera general al rearme”, avisó.
A la mañana siguiente moría de un ictus. Pero ahora, su último adiós servirá de ocasión para reunir a los grandes líderes de Occidente, aquellos a los que tantas veces amonestó, aunque indirectamente.