Agujeros negros: cómo el destello de intuición de un científico demostró su existencia
octubre 19, 2020El físico teórico Roger Penrose tuvo un momento de inspiración que cambió nuestra visión del Universo, escribe su biógrafo Patchen Barss
Un frío día de septiembre de 1964, Roger Penrose recibió la visita de un viejo amigo, el cosmólogo británico Ivor Robinson había llegado desde Dallas, donde vivía y trabajaba.
Siempre que se encontraban, nunca les faltaba la conversación, y su charla en esta ocasión fue ininterrumpida y amplia.
Mientras caminaban cerca de la oficina de Penrose en el Birkbeck College de Londres, se detuvieron brevemente en la acera, esperando a que el tráfico les permitiera cruzar.
Se imaginó cómo el colapso gravitacional se estaba apoderando de ella, atrayendo una galaxia entera más profundamente y cada vez más cerca del centro.
Como una patinadora artística girando al tiempo que acerca los brazos al cuerpo, la masa giraba más y más rápidamente a medida que se contraía.
Este breve ejercicio mental lo condujo a una revelación, una que 56 años después le valdría el Premio Nobel de Física.
Como muchos relativistas -físicos teóricos que trabajan para probar, explorar y ampliar la teoría de la relatividad general de Albert Einstein-, Penrose había pasado la década de los 60 estudiando una contradicción extraña, pero particularmente complicada, conocida como “el problema de la singularidad”.
Einstein publicó su teoría de la relatividad en 1915, revolucionando la comprensión de los científicos sobre el espacio, el tiempo, la gravedad, la materia y la energía.
fuente: el informador