Agricultores de Japón luchan contra el calor extremo en la cosecha de arroz

Agricultores de Japón luchan contra el calor extremo en la cosecha de arroz

octubre 21, 2024 Desactivado Por admin

El cambio climático pone en riesgo la producción agrícola en la región de Okayama.

En el pequeño pueblo de Kamimomi, en la prefectura de Okayama, un grupo de agricultores de arroz se enfrenta a condiciones climáticas adversas, comenzando su cosecha dos semanas antes de lo habitual bajo un calor extremo. Este fenómeno, que se ha vuelto habitual, ha generado preocupación entre los campesinos, quienes temen que el cambio climático esté afectando significativamente la calidad y cantidad de su cosecha, un alimento fundamental en la dieta japonesa.

El año 2024 ha sido especialmente caluroso, con el mes de julio registrando temperaturas 2,16 grados Celsius por encima de la media histórica. Este aumento de temperatura no solo ha reducido la producción de arroz en el país, sino que también ha llevado a una caída alarmante en los inventarios, alcanzando su nivel más bajo en 25 años. La escasez de arroz ha llevado a estantes vacíos en los supermercados, obligando a algunas tiendas a limitar la compra a una bolsa por cliente.

Expertos en agricultura señalan que el calor extremo afecta tanto el ciclo de crecimiento como la calidad del grano. Temperaturas superiores a los 27 ºC reducen la acumulación de almidón en los granos, lo que afecta no solo su apariencia, sino también su sabor. Alrededor del 20% de las fincas de arroz han reportado una disminución en la calidad de su producto.

La situación se complica aún más debido al envejecimiento de la población agrícola en Japón, donde la edad promedio de los agricultores es de casi 69 años. Esta población es especialmente vulnerable al calor extremo, lo que plantea un riesgo adicional en el trabajo en el campo. La falta de sucesores en el sector agrícola amenaza con llevar a la extinción de muchas fincas.

Para enfrentar estos desafíos, el gobierno japonés está promoviendo la adopción de variedades de arroz resistentes al calor, como el Sai no Kizuna, que ha mostrado una buena resistencia en condiciones climáticas adversas. Aunque estas nuevas variedades son prometedoras, el proceso de desarrollo y aceptación por parte de los agricultores puede ser lento. A pesar de la urgencia, solo el 15% de los arrozales en Japón ha adoptado estas variantes más resistentes.

A medida que las temperaturas continúan en aumento y se pronostican veranos cada vez más calurosos, la necesidad de innovar en la agricultura se vuelve imperativa. Con un cambio climático que amenaza la producción de arroz, la resiliencia de los agricultores y la adopción de nuevas tecnologías serán cruciales para asegurar la alimentación en el futuro.