A un mes de que el vuelo AI171 de Air India se estrellara en la ciudad de Ahmedabad, los familiares de las víctimas y el principal sindicato de pilotos del país rechazan un posible sesgo en la investigación
julio 18, 2025Un vuelo, dos pilotos y muchas preguntas: la tragedia de Air India
A un mes de que el vuelo AI171 de Air India se estrellara en la ciudad de Ahmedabad, los familiares de las víctimas y el principal sindicato de pilotos del país rechazan un posible sesgo en la investigación
El trágico accidente del vuelo AI171 de Air India, que se estrelló el pasado 12 de junio poco después de despegar rumbo a Londres, sigue bajo investigación, pero ya se han revelado detalles preocupantes. De acuerdo con información del periódico británico, The Independent, un informe preliminar sugiere que ambos motores del Boeing 787 dejaron de funcionar cuando los controles de combustible fueron puestos en modo “apagado”, aparentemente casi al mismo tiempo.
El avión, que despegó desde Ahmedabad en un día despejado, empezó a perder potencia apenas alzar el vuelo a las 13:37 hora local. Poco después, se precipitó contra un edificio de una facultad de medicina, causando la muerte de 260 personas: 241 pasajeros, 19 personas en tierra y casi toda la tripulación. Solo sobrevivió un pasajero.
Aunque el informe no señala culpables, una grabación de la cabina muestra un intercambio clave entre los pilotos: “¿Por qué lo desconectaste?”, preguntó uno. “¡Yo no lo hice!”, respondió el otro. Esto ha desatado un debate encendido en la comunidad aeronáutica india. Por otro lado, la Asociación de Pilotos de Aerolíneas de la India exigió una investigación justa y con presencia de representantes del gremio. “Los pilotos deben tener voz en el proceso”, pidió su presidente, Sam Thomas.
Dos historias, una tragedia
El capitán Sumeet Sabharwal, de 56 años, era un veterano con más de 15 mil horas de vuelo. Empezó su carrera en los años 90 y desde 1994 volaba para Air India. Entrenaba a copilotos y tenía autorización para volar distintos modelos, incluidos los Boeing 787 y 777. Vivía en Bombay y estaba cerca de jubilarse. Había planeado pasar sus últimos años cuidando de su padre de 88 años, con quien tenía una relación muy cercana. Llamó a su padre antes del vuelo y le prometió: