Durante distintas épocas del año, diversas regiones de México se ven afectadas por lluvias intensas y ráfagas de viento que pueden causar daños materiales considerables. Para estar preparado y evitar afectaciones en tu vivienda, es fundamental tomar medidas preventivas antes, durante y después de estos fenómenos naturales.

Antes de que lleguen las lluvias o vientos fuertes, es recomendable revisar techos, tejas y láminas para asegurarse de que estén bien sujetas. También se deben sellar posibles filtraciones en techos, ventanas y muros utilizando productos como silicón o espuma expansiva. Asimismo, es importante limpiar coladeras y desagües para evitar inundaciones, asegurar ventanas y canceles, y resguardar o sujetar firmemente objetos sueltos en patios o azoteas, como macetas o muebles de jardín.

Cuando el temporal ya está presente, se debe extremar precauciones. Si hay tormenta eléctrica, desconecta los aparatos electrónicos para prevenir daños. Además, evita salir de casa o abrir puertas y ventanas durante ráfagas de viento, ya que pueden lanzar objetos peligrosos. También es vital no refugiarse bajo techos de lámina o estructuras ligeras, pues pueden desprenderse fácilmente.

Una vez que haya pasado el mal clima, revisa tu casa con precaución para identificar posibles daños, como fugas, vidrios rotos o cables expuestos, sin ingresar a zonas que representen un riesgo. En caso de detectar afectaciones graves, como postes caídos o árboles derribados, repórtalo de inmediato a Protección Civil, CFE o al número de emergencias 911.