Trump regresa a la Casa Blanca con promesas de una nueva “era dorada”
enero 21, 2025El Su discurso de investidura mezcla nacionalismo, optimismo y controversia
Donald Trump ha jurado como el 47º presidente de Estados Unidos, marcando su regreso al poder con un discurso cargado de promesas, mensajes populistas y declaraciones polémicas. Desde la Rotonda del Capitolio, Trump proclamó que “la decadencia de Estados Unidos ha terminado” y que comienza una “revolución del sentido común”, asegurando que Dios lo salvó del atentado del año pasado para guiar al país hacia un nuevo esplendor.
El tono del mensaje se alejó de la retórica pesimista de su primer mandato, adoptando un enfoque más optimista y centrado en la grandeza nacional. Sin embargo, Trump no dejó de señalar a sus enemigos, aunque evitó mencionar directamente a sus rivales políticos. En un giro controvertido, declaró que “el Canal de Panamá debe regresar a Estados Unidos”, insinuando medidas imprecisas para lograrlo, mientras arremetía contra China y Panamá por su gestión.
El discurso también estuvo lleno de promesas económicas que carecen de detalle, como la creación de una Hacienda Pública para gestionar aranceles y el fin de un supuesto “mandato de coches eléctricos”, pese a que este no existe a nivel federal. A esto se sumaron propuestas grandilocuentes, como llevar la bandera estadounidense a Marte, que refuerzan su imagen nacionalista y visionaria pero que suscitan dudas sobre su viabilidad.
En un contraste llamativo, el evento estuvo lleno de figuras multimillonarias, como Elon Musk, Jeff Bezos y Mark Zuckerberg, lo que refleja un alineamiento con el gran capital. Mientras Trump promete apoyar a la clase media y “hacer a Estados Unidos grande otra vez”, su gobierno parece inclinarse hacia las élites económicas.
Pese a las múltiples críticas y contradicciones, el nuevo presidente dejó claro que su prioridad será reconfigurar la política nacional, centrándose en su visión de independencia y prosperidad para Estados Unidos, mientras evita abordar conflictos internacionales importantes, como la guerra en Ucrania o la relación con aliados tradicionales. La próxima era Trump promete ser tan polarizante y peculiar como su discurso inaugural.