Rusia detiene a un sospechoso por el asesinato de su general en Moscú

El atentado contra Igor Kirillov, acusado de usar armas químicas en la guerra, ha sido reivindicado por Ucrania.

Rusia ha detenido a un ciudadano de Uzbekistán, quien confesó haber colocado la bomba que mató al teniente general Igor Kirillov el pasado martes en Moscú. Kirillov, de 54 años y jefe de las Tropas de Protección Radiológica, Biológica y Química de Rusia, fue asesinado cuando una bomba escondida en un patinete eléctrico explotó cerca de su edificio. Este atentado ha sido atribuido a los servicios de inteligencia de Ucrania, que habrían reclutado al sospechoso, identificado como Ajmad Kurbanov, para llevar a cabo el ataque a cambio de 100,000 dólares.

El asesinato ha generado una gran conmoción en Rusia, ya que Kirillov era un alto mando militar acusado de emplear armas químicas en el conflicto con Ucrania. El Kremlin ha condenado el ataque, mientras que el presidente Vladimir Putin expresó sus condolencias a la familia del general. El Servicio de Inteligencia de Ucrania (SBU) asumió la responsabilidad, afirmando que Kirillov era responsable del uso de armas químicas contra las tropas ucranianas.

Este atentado ha puesto en evidencia la vulnerabilidad del régimen ruso y ha generado inquietud en sus filas, donde algunos propagandistas ultranacionalistas piden la implementación de la ley marcial. Las autoridades rusas siguen investigando y han detenido a otros sospechosos vinculados al asesinato.