Ataque armado deja 20 mineros muertos en Pakistán antes de cumbre de seguridad

Hombres armados asaltan una mina en Baluchistán, intensificando las tensiones en un contexto de creciente violencia.

En un trágico incidente ocurrido en la provincia de Baluchistán, Pakistán, hombres armados asesinaron a 20 mineros e hirieron a otros siete durante un ataque en el distrito de Duki. Este ataque, que tuvo lugar la noche del jueves, se produce a solo días de una importante cumbre sobre seguridad en Islamabad, lo que eleva las preocupaciones sobre la estabilidad en la región.

Según la policía, los asaltantes irrumpieron en los dormitorios de la mina de carbón, reunieron a los trabajadores y les dispararon. Además de los disparos, lanzaron cohetes y granadas, causando daños a la maquinaria antes de huir del lugar. La mayoría de las víctimas eran de comunidades pastunes locales, y entre los muertos había tres afganos.

La acción ha sido condenada por las autoridades locales, y se ha iniciado un operativo de búsqueda para localizar a los responsables. Aunque ningún grupo se ha atribuido el ataque, se sospecha que el Ejército de Liberación de Baluchistán (ELB) podría estar detrás de él, dada su historia de ataques a civiles y fuerzas de seguridad.

El primer ministro paquistaní, Shehbaz Sharif, expresó su tristeza por los asesinatos y prometió una respuesta firme contra el terrorismo. En una declaración, el ministro jefe de Baluchistán, Sarfraz Bugti, calificó el ataque como una ofensa contra los trabajadores vulnerables, reiterando que los perpetradores no quedarán impunes.

Este ataque ocurre en un contexto de creciente violencia en Baluchistán, donde varios grupos separatistas han aumentado sus actividades en oposición al gobierno central, acusándolo de explotar los recursos de la región sin beneficiar a la población local. La semana pasada, el ELB afirmó haber atacado a ciudadanos chinos en el aeropuerto principal de Pakistán, intensificando las tensiones en la zona.

Ante la inminente cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái, las autoridades paquistaníes han incrementado la seguridad en Islamabad, desplegando soldados y reforzando las medidas preventivas. El Ministerio del Interior ha alertado a todas las provincias sobre posibles ataques inminentes por parte de separatistas y el Talibán paquistaní, instando a una vigilancia rigurosa en lugares públicos y edificios gubernamentales.

Este ataque se produce en un momento en que se celebran acuerdos de inversión significativos entre empresarios saudíes y paquistaníes en Baluchistán, un distrito rico en recursos como el oro y el cobre. La violencia en la región subraya los desafíos de seguridad que enfrenta Pakistán mientras busca atraer inversiones extranjeras y mantener la estabilidad política.