El legado imborrable de Willie Mays en el béisbol

El icónico jugador deja una huella imborrable tras 22 temporadas en las Grandes Ligas.

Willie Mays, el legendario jardinero central cuya destreza y carisma lo convirtieron en uno de los más grandes del béisbol estadounidense, falleció a los 93 años. Conocido por su habilidad para atrapar la pelota y su energía contagiosa en el campo, Mays fue el jugador más longevo del Salón de la Fama en vida.

Mays pasó la mayor parte de su carrera con los Gigantes, primero en Nueva York y luego en San Francisco, dejando una marca indeleble en el deporte. Su icónica atrapada por encima del hombro durante la Serie Mundial de 1954 sigue siendo una de las jugadas defensivas más destacadas en la historia del béisbol.

“Willie inspiró a generaciones de jugadores y aficionados mientras el deporte crecía y se convertía verdaderamente en nuestro Pasatiempo Nacional… Sus logros y estadísticas asombrosas apenas empiezan a describir la maravilla que fue ver a Willie dominar el béisbol en todas sus formas”, comentó Rob Manfred, comisionado de MLB.

A lo largo de su carrera, Mays bateó .302 con 660 jonrones, acumuló 3,283 hits, anotó más de 2,000 carreras y se destacó con 12 Guantes de Oro. Su contribución va más allá de las estadísticas, dejando un legado de excelencia y pasión que perdurará en la memoria de todos los aficionados al béisbol.